miércoles, 29 de octubre de 2014

6. Venciendo a Huwawa y Gud.An.Na

6. Venciendo a Huwawa y Gud.An.Na



El robot vigilante Huwawa les había descubierto. Se aproximó a ellos. Era terrorífico, con poderosas armas, pero por alguna razón técnica en ese momento no estaba totalmente equipado (sólo tenía una de sus siete capas de armadura, dice el texto). Esto les permitió zafarse del primer ataque. Cuando la maquina se volvió a ellos, ahora de forma imparable, se oyó la voz de Shamash procedente de arriba que les pedía que se acercaran lo más posible a Huwawa. Entonces Shamash lanzó ruidosos “vientos” a la cabeza de la máquina, “cegando sus ojos” y deteniendo sus peligrosos rayos. Shamash había conseguido parar la máquina. Huwawa estaba inmóvil. Gilgamesh y Enkidu se lanzaron enloquecidos contra aquel enemigo inerte y lo golpearon salvajemente hasta hacerlo caer. Su caída hizo temblar el suelo en kilómetros a la redonda. Tras la caída continuaron destrozando la máquina, hasta que Gilgamesh “lo mató”.

Estaban agotados por la lucha y se dispusieron a descansar. Buscaron un riachuelo y Gilgamesh se bañó, se cambió sus sucias ropas por una única prenda –una túnica con una tira para atar a la cintura- y se dispuso a descansar con su amigo.

Esta región era también conocida como la encrucijada de Ishtar. Esta mujer líder nefilim solía utilizar estas instalaciones para sus movimientos a gran escala. Las instalaciones estaban al mando de su hermano Shamash, y estaban casi en los límites de la zona otorgada a su hermano Adad con la zona “suya” de Mesopotamia (al menos, ella pretendía Mesopotamia). Ishtar había observado desde las instalaciones toda la lucha, junto a su hermano Shamash.

Ishtar, que no tenía precisamente hecho el voto de castidad- por decirlo suavemente, al ver bañarse desnudo a Gilgamesh se encaprichó de él –como de tantos otros- y saliendo de las instalaciones se acercó a él:

¡Venga, Gilgamesh, sea mi amante!
Concédame el fruto de tu amor.
¡Tú serás mi hombre, Seré tu mujer!


Ishtar fue rechazada por Gilgamesh, a pesar de todas las promesas que ésta le hizo de un inmenso poder, de palacios y objetos valiosos. Gilgamesh conocía los innumerables amantes que había utilizado Ishtar y se lo encaró ofendiéndola gravemente. Ishtar se fue pero pidió inmediatamente autorización a Anu para utilizar el Gud.An.Na, el Toro del cielo contra Gilgamesh.

Gilgamesh y Enkidu viendo el misil imparable siempre en pos de ellos huyeron hacia su ciudad, hacia Uruk. En su huida recibieron ayuda de Shamash que evitó un rápido desenlace. Con sus medios Shamash consiguió acercar a sus protegidos a Uruk en solo tres días (en vez de los quince que hubieran necesitado). Además intervino cuando el Gud.An.Na cayó sobre ellos cerca del Eufrates y abrió con los cuernos (por eso era llamado toro) dos boquetes enormes “capaces de contener doscientos hombres cada uno”. Enkidu cayó en uno pero rápidamente saltó fuera, luego se acercó al Toro del cielo y lo golpeó con saña, hasta destruirlo. Enkidu mató al Toro del cielo, y Gilgamesh «llamó a los artífices, a los armeros», para que vean el monstruo mecánico y lo desmonten»y entrando en la ciudad fueron al palacio de Gilgamesh a agradecer la ayuda de Shamash celebrando festejos en su honor durante toda la noche.

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